Hace unos días leí en endi.com un titular que decía “Miles sin conectar al alcantarillado” y de inmediato pensé en la infraestructura de telecomunicaciones en Puerto Rico en vez de pensar, de primera instancia, en las negativas implicaciones ambientales de que la gente no descargue las aguas usadas en el sistema de alcantarillado sanitario.
Vivimos obsesionados con estar conectados: políticos, empresas, periodistas, vendedores, pues entendemos que algún beneficio importante traerá para el negocio, el que aplique. El tema también se hace parte de agendas en seminarios, conferencias, congresos y tertulias como un elemento innovador, pero que en la mayoría de los casos se convierte en un elemento publicitario, pues la sola palabra "tecnología" hace la agenda atractiva, pues si no se incluye el tema, la agenda no está completa.
Cuenta un amigo, experto en tecnología, que hay tres niveles de obsesión: los obsesionados, los moderados y los usuarios de baja frecuencia. Dice que “hay gente que viven de internet, pero hay quienes viven para internet, estos son los obsesionados con estar conectados”. Son los que cuando se levantan van a conectarse antes de lavarse los dientes. Indica que los moderados son los que utilizan internet para complementar sus referencias en el ámbito profesional y utilizan el correo electrónico para comunicase con otros colegas y amigos. Los moderados me recuerdan a algunos de mis amigos abogados que son expertos usando “copy y paste” para crear documentos legales que el finalizarlos no se dan cuenta que cada párrafo tiene un tipo de letra diferente, a menos que sean abogados que quieran romper con los estándares de los manuales de publicaciones, pero lo dudo. Para evitar que se reproduzca este nivel, ahora algunos maestros exigen a los estudiantes que no pueden usar internet para hacer las asignaciones.
El otro nivel, dice el experto en tecnología, son los que se conectan buscando información. Cuando la encuentran la imprimen y se desconectan. Estos son los temerosos a conectarse, los que piensan que al conectarse entraran a múltiples mundos donde la diversidad, en todo el sentido de la palabra, impera, haciéndolos vulnerables, débiles. A esos hay que decirles que la diversidad no es mala, ni mata el alma, ni la envenena; que por el contrario los hará crecer como seres humanos.
De seguro que los niveles de obsesión son mucho más complejos y diversos en la vida conectada, y quizás en mayor grado que en las realidades de la vida. Esto se da así por la amplitud de espacio virtual, ciberespacio, al que no accedes si no estás conectado.
Pero volvamos, no todos están conectados a este espacio que te permite experimentar nuevas experiencias, no todos tienen acceso al ejercicio del intercambio de ideas en el ciberespacio. Aunque sabemos que el número de conexiones a internet está aumentando dramáticamente, todavía no podemos hablar de espacios democráticos, pues miles no están conectados y otros miles aunque conectados es como si no lo estuviesen. Si son miles los que están sin conectar al sistema de alcantarillado de Puerto Rico, que lleva decenas de años construyendo líneas en una isla de 100 x 35 millas, imagínate cuántos aún estarán por conectarse a la red de redes y perderse en sus laberintos.
Lo importante es que asumamos las obsesiones con responsabilidad y establezcamos prioridades teniendo como foco el ser humano y sus sensibilidades. Ampliemos la visión hacia una perspectiva holística, pues la vida no es un cuadro del cual no se puede escapar. Las inversiones económicas, tecnológicas y de infraestructura tienen que adaptarse a las realidades humanas, no las realidades humanas adaptarse a las inversiones. La era de la información llegó a su fin y con ella los ingenieros, abogados, MBA y planificadores, porque vieron los problemas enmarcados en un cuadro y le buscaron soluciones esquematizadas. En la mayoría de los casos, obviaron las realidades humanas que son el halo de luz del ser humano.
Admito, la infraestructura de telecomunicaciones en Puerto Rico es como el sistema de alcantarillado. Y, por ellas corren muchas semejanzas.
Tengo que atender un mensaje de Google Talk, Esperanza2008 me escribe.
2 comentarios:
Esperanza2008... Eso me suena al "abogado moderado" de Uchy Carrion.
Esperanza2008... Eso me suena al "abogado moderado" de Uchy Carrion.
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